Rodeada de la belleza del palacio y el fondo marino en que vive, y adorada por toda su familia, la sirenita del famoso relato de Andersen siente no obstante una incontenible fascinación por las historias sobre los seres humanos que le relata su abuela. Así que, apenas cumplidos los quince años, asciende ansiosa a la superficie del mar y se enamora sin remedio de un príncipe. Sin embargo, para unirse a él debe renunciar a los suyos y perder su hermosa voz.