A causa de una apuesta con un grupo de amigos, el caballero Phileas Fogg y su criado Jean Passepartout emprenden un viaje alrededor del mundo para el que solo cuentan con ochenta días.
En su apasionante carrera contra el tiempo, los protagonistas tienen la oportunidad de conocer países tan exóticos como la India o Japón y culturas o creencias religiosas tan dispares como la norteamericana, la hindú y la budista. Para ganar la apuesta, Fogg no solo habrá de superar los obstáculos que le oponen las deficiencias de los medios de transporte o las defectuosas vías de comunicación, sino también burlar las trampas que le tiende Fix, un detective que cree tener fundadas razones para pensar que el enigmático caballero británico es un consumado ladrón.
A la aventura del viaje se le añade así la emoción de una intriga y un suspense que van en aumento hasta el último capítulo de la novela, donde finalmente aprendemos que el verdadero premio que aguarda a Phileas Fogg no es tanto las veinte mil libras de la apuesta como el descubrimiento de que en el altruismo y la generosidad radica el secreto de la dicha.
En su apasionante carrera contra el tiempo, los protagonistas tienen la oportunidad de conocer países tan exóticos como la India o Japón y culturas o creencias religiosas tan dispares como la norteamericana, la hindú y la budista. Para ganar la apuesta, Fogg no solo habrá de superar los obstáculos que le oponen las deficiencias de los medios de transporte o las defectuosas vías de comunicación, sino también burlar las trampas que le tiende Fix, un detective que cree tener fundadas razones para pensar que el enigmático caballero británico es un consumado ladrón.
A la aventura del viaje se le añade así la emoción de una intriga y un suspense que van en aumento hasta el último capítulo de la novela, donde finalmente aprendemos que el verdadero premio que aguarda a Phileas Fogg no es tanto las veinte mil libras de la apuesta como el descubrimiento de que en el altruismo y la generosidad radica el secreto de la dicha.